Hemos escuchado a un abuelo sentado en la puerta de su casa decirnos que su época de viajar se había acabado, pero que gracias por venir a descubrir su país, que hay que ser valiente para querer conocer todo lo que hay en el mundo. He saltado de un bus en marcha y menos mal que me agarraron porque el tortazo hubiera sido de película. Hemos hecho 200km en carretera en un blablacar senegalés con una peque de 2 años encima. Nos hemos sentido millonarias al elegir ir en taxi por 1’5€ en vez de en bus por 15 céntimos. Hemos estado cinco días sin agua corriente, duchándonos con un barreño, un cubito y una garrafa. Me he levantado a las 5 de la mañana a llenar el cubo de agua porque sólo a esa hora salía por el grifo, para tener agua al día siguiente. Hemos ido a una boda. Hemos comido bien: arroz a diario, unos mangos exquisitos, probado la paella senegalesa y bebido zumo de baobab. Hemos bebido agua, eso que dicen que no hay que hacer, pero que al final haces. Nos hemos sentido bien hasta Saint Louis, yo creo que fue por el agua, pero nada grave. Hemos aprendido las danzas tradicionales y hemos bailado con las hermanas (bueno, lo hemos intentado en realidad, pero nunca tuve sentido del ritmo). Hemos ido a misa en wolof, la lengua de aquí. Hemos recorrido Saint Louis de punta a punta. Hemos vivido una inundación. Hemos hablado mucho francés. El malarone, la pulsera antimosquitos y el spray nos han acompañado a diario (funcionan). Hemos hecho amigos, pequeños y mayores. Hemos dado la mano a medio Senegal. Hemos dormido en cuatro casas diferentes, pero todas casa Cluny, familia Cluny África de la que sólo podemos tener palabras de agradecimiento. Nos hemos llenado las piernas de polvo. Hemos pasado mucho calor. He jugado al fútbol. Hemos sufrido viendo cómo limpiaban una herida en carne viva. Hemos visto cómo existe un mundo en el que las cosas no están digitalizadas y los cuadernitos de cuadros que teníamos en el colegio son el bien más preciado. Martita me ha ganado al parchís, a los barquitos, al STOP… (creo que no debería dejar esto por escrito). Hemos cogido a muchos bebés y nos los hemos querido traer a todos. Hemos descubierto un rinconcito de África, en teoría de los más avanzados y eso es lo que aún no nos entra en la cabeza. Hemos descubierto África a través de Senegal. Pensábamos que habíamos viajado y visto mundo… Pero nunca habíamos conocido nada igual.
Memorias de África
06 sábado Ago 2016
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